miércoles, 7 de julio de 2010

Fugaz (I). Xo (Primera parte)

“No parece que esté en China”


Urumqi, capital de Xinjiang, región autónoma de China en el noroeste del país. 5 de junio.


Rasgos, idioma, vestimenta, comida y credo diferentes. Uigures. Etnia. Minoría. Otra vida.






Los uigures llegaron a Xinjiang hace siglos hablando una lengua turca e inclinándose dirección a la Meca. Tras alternar siglos de independencia, invasiones y protectorados chinos, las tropas comunistas entraron en la región en 1949 después de quedar instaurada la actual República Popular China.

 

Desde entonces, Pekín lleva a cabo una política de repoblación que consiste en el envío de chinos pertenecientes a la etnia han -mayoritaria en el país, es decir, aquellos cuyos rasgos son los que nos vienen a la mente cuando nos hablan de China-. Si en 1957 lo uigures representaban un 94 por ciento de la población de Xinjiang, hoy son menos de la mitad de un censo de 20 millones.


Los uigures dicen sentirse discriminados con respecto a la situación de la que gozan los chinos, quienes ostentan los mejores empleos, los cargos políticos y la explotación de los numerosos recurso naturales de la región. En las últimas décadas un buen número de chinos han aumentado su prosperidad, mientras que los uigures viven en la pobreza y apartados del crecimiento económico de China. A día de hoy, el Gobierno chino mantiene una inversión especial para el desarrollo de la región, pero los uigures no sienten que esa ayuda les llegue.






Algunos movimientos independentistas de minorías étnicas de Xinjiang como la uigur, ya que en esta región los uigures y chinos también conviven con otras etnias asiáticas, reivindican la creación de un estado independiente llamado Turkestán Oriental en la actual Xinjiang. El Gobierno chino argumenta que estos movimientos son terroristas, mientras que grupos de derechos humanos y uigures en el exilio acusan al régimen comunista de usar la lucha contra estas organizaciones para aumentar la represión religiosa y cultural contra las minorías del noroeste chino.

Xinjiang, del tamaño de Europa Occidental, es irrenunciable para China por su riqueza en petróleo y sus recursos naturales.


Esta semana, exactamente el 5 de julio, se cumplió un año de la revuelta étnica entre uigures y chinos en Urumqi que causó la muerte de 197 personas, la gran mayoría de la etnia han, según fuentes oficiales. Dicha cifra convierte a este episodio en la peor matanza que ha vivido China desde la de Tiananmen, hace 21 años, cuando el Ejército mató a cientos o miles de estudiantes pro democráticos en Pekín.

Lo que comenzó siendo una marcha pacífica en la capital de Xinjiang de un grupo de estudiantes uigures para pedir justicia por el linchamiento días previos de dos hombres de su etnia a manos de chinos han en una fábrica del sur de China desembocó en un conflicto.

La revuelta también provocó 1.600 heridos y 1.400 detenidos, pero el Congreso Mundial Uigur, una asociación que agrupa a los exiliados uigures, defiende sus derechos y clama la independencia de la zona, eleva la cifra de fallecidos a 800, no en este caso de mayoría han. Además, diferentes investigaciones afirman que unos 4.000 uigures han sido detenidos desde el año pasado.

Urumqi despertó este lunes en tensión bajo la mirada del 'Ojo de águila', tal y como la prensa denominó a las más de 40.000 cámaras que controlan cada movimiento en la ciudad, y los millares de efectivos que circularon por las calles ese día. Todo con el objetivo, según las autoridades, de evitar que se repitiese la revuelta del año pasado.

Pekín ha condenado a 198 personas desde el estallido de la revuelta, de los cuales, nueve uigures han sido ejecutados y 26 esperan serlo. Amnistía Internacional (AI) denuncia que los juicios de estos condenados incumplen los estándares internacionales, por lo que pide una investigación independiente tras descubrir nuevos testigos que acusan al Ejército chino de haber disparado contra los uigures el pasado 5 de julio.

Foto del 5 de junio de 2009. Autoridades patrullan por el Mercado Nocturno de Urumqi

Tras un año en el que la región fue incomunicada por el Gobierno chino a través de Internet, llamadas internacionales y envío de SMS (ya restablecidos) porque consideraba que de esta manera se evitaba la propagación de nuevos disturbios entre etnias, el ambiente hostil continúa. Una barrera transparente divide a estos dos pueblos. Se ven, pero no se mezclan.


"Y por un momento olvidas que estás en China. Te obligas a recordarlo”

6 comentarios:

  1. Si, la verdad es que una de las fotos dan ganas de comer sandía!!. Que buenas.
    Impresionante historia.
    Mmua

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  2. Muchas gracias Eva por enseñarme una mañana más a conocer china. Muy buena la información y las fotos cada día mejor! Ya te echábamos de menos!

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  3. pues si, miro tu blog todos los días deseosa de ver una nueva entrada que me acerque un poquito más a esa china tan desconocida.
    Gracias eva!

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  4. Increíble el contraste y coincido con los otros comentarios en el tema fotos. Muy interesante Eva. Por cierto, saludos y besos de Olga!!

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  5. ¡¡Muchas gracias!!

    Ya publicaré más entradas sobre este viaje, que fue una de las cosas más interesantes y enriquecedoras que he hecho en China en lo que va de año.

    Javi, dile a Olga que otro besito de mi parte y a todos que se les echa de menos...

    ¡Un besito!

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