sábado, 4 de septiembre de 2010

Nuestra Gran Aventura Familiar

Nuestra Gran Aventura Familiar empezó un jueves, un 5 de agosto. Aunque los días previos nos presentaron la realidad que teníamos ante nosotros: por fin el día estaba cerca. Nos ilusionamos preparando la maleta, especialmente buscando un hueco para los kilos y kilos de jamón, queso, lomo, chorizo, morcilla y colacao que siempre se echan de menos al estar lejos del hogar. Y así, nos fuimos al aeropuerto, cargaditos. Pero sobre todo íbamos cargaditos de ilusión y alegría por saber que tras 7 meses esperando podríamos fundirnos en un abrazo con la niña de nuestra casa.

Tras un largo viaje, llegamos a tierras pekinesas. Estuvimos en el aeropuerto esperándote. Llegabas en breve, venías de camino. Y fue allí donde empezaron nuestras anécdotas y fotografías. Lo que más nos llamó la atención fue una empleada del aeropuerto que estaba sentada en una silla, y entre cliente y cliente, allí delante de todo el mundo se echaba un sueñecito. Algo que podría considerarse normal en estos lares, como hemos ido comprobando a lo largo de nuestro viaje.

Y por fin llegaste tú. Con un grito de alegría y un abrazo enorme. Risas, besos, lágrimas…qué suerte la nuestra, ya estábamos contigo. Nos fuimos a tu casa. Ya en el taxi pudimos comprobar lo bien que te desenvuelves con los shifu (taxista), activaste tu botón polígloto, y allí estabas explicándole al señor shifu dónde se ponen los anillos los casados en España, increíble pero cierto.

Llegamos a tu barrio, a tu casa, a tu hogar, a tu dulce hogar. Y lo es realmente, y así lo hemos vivido. En estos días nos hemos sentido como en casa…
 
 

Y sin perder ni un minuto, empezamos nuestra vida en Beijing. Y para comprobar si estábamos preparados para estos 15 días de aventura chinesca, nos llevaste a un restaurante al que sólo van chinos, así que, o comes con palillos, o no comes. Y nosotros comimos. Colocando los palillos a nuestro estilo, pero lo importante al fin y al cabo, al menos en este caso, era el fin.


Continuamos con las pruebas de fuego, aprender a viajar en el metro de Beijing. Realmente no es complicado, todo está bien señalizado. Lo difícil es encontrar un hueco, evitar los empujones, y los pisotones, y si tú los das, hacerlo con gracia y estilo, y siempre sonriendo. Cuestión de supervivencia.


Nos llevaste hasta la majestuosa plaza de Tiananmen. Impactante como siempre. Más aún, repleta de personas esperando para ver cómo los militares bajan la bandera roja con estrellas que ondea durante todo el día frente al gran retrato de Mao.



Y así podría continuar, día a día, contando cada uno de los buenos recuerdos que hemos vivido gracias a ti, pero fueron muchos días, y muchas anécdotas….Así que aquí va un popurrí de los momentos que nunca olvidaremos:

Nuestro paseo en Rickshaw por los hutong junto a la Plaza del Tambor y la Campana


Descubrir junto a ti la Opera China


La cena de pato laqueado…mmmm…qué “lico"


Los bocatas de jamón en el parque del Templo del Cielo, rodeados de gente tocando música, recitando poesía, bailando…


Los regateos en el Mercado de las Perla, la Seda, el Yashow…hemos vuelto hecho unos expertos!!

Las caras de Álvaro y Fernando al saber que irían al Nido para disfrutar del partido del Barça


El viaje en bus hasta la Muralla China. Un bus para 15 donde cabían 25 con un chófer que iba a 80km/hr en punto muerto y que casi atropella a una motocicleta…qué miedo!!!!!!!!!!!

La bajada en tobogán por la Gran Muralla, mamá disfrutó como una niña!!
 

Nuestro Masaje Chino, otro día más te superaste!!!!!!!!!!

Nuestras sesiones de manicura, y por supuesto, las uñas naranjas de Álvaro.
 

La cara de sorpresa de los chinos cuando les preguntábamos a la salida del metro cómo llegar hasta el Palacio de Verano andando…hasta que conseguimos entender que estábamos muy lejos. Tomamos un taxi y tardamos 20 minutos en llegar…claro, así nos miraban admirados!!!!

La frase de mamá tras una parrafada en chino de la taquillera que vendía las barcas en el Palacio de Verano: “Ha dicho, quién quiere barco de pedal, o barco con motor”. El botón polígloto se le activó de repente…

La Colina del Carbón con sus maravillosas vistas, y la conversación con los bomberos canarios que iban a dar la vuelta al mundo en 7 meses.

Los colores, los olores, y el gentío del “Mercado de los bichos”…eso sí, no tuvimos valor de tomar ni un solo bichito…
 

Tu cara de felicidad al comer la tortilla de patatas de mamá….mmmmm…


El tren botijo, con sus amables viajeros que nos cedían el asiento y no pararon de hacerse fotos con nosotros durante la hora y media del trayecto...


Cómo toman los motocarros las glorietas en Pingyao.


El paseo en tándem por Pingyao…gracias Fernando por llevar a nuestra madre, era la primera vez que montaba en bici!!!!!!!!!!!!


Nuestro querido chófer privado, Mao, y su constancia en llevarnos a los 3 lugares previstos en la excursión…al final fueron 2, incluyendo el restaurante familiar donde no había ni un alma. Eso sí, la comida estaba buenísima!!!!

Las risas que pasamos en el túnel de la fortaleza, intentándole explicar a la guía que queríamos volver hacia la salida, cuando ni siquiera llevábamos 5 minutos caminando…un lugar demasiado cerrado para Fernando… 
 

La foto en el barquito de Hangzhou. Fue visto y no visto. Nos montamos en el barco, pero nos bajamos rápidamente porque el barquero nos quería estafar (muy raro en China, por cierto), pero nos dio tiempo a retratarnos en nuestro enésimo medio de transporte en China.

El encuentro con Jessi en el aeropuerto…qué ilusión saber que alguien nos tomaba el relevo...

Y hasta aquí llegó nuestra Gran Aventura Familiar, disfrutamos muchísimo, nos hemos reído, hemos aprendido de una cultura totalmente diferente a la nuestra…Y todo gracias a ti, por tu amor en preparar cada uno de los días que estuvimos contigo.

Gracias por este gran viaje pequeña, si tú no estuvieras allí, ahora ninguno de estos recuerdos estaría en nuestra memoria…

Te queremos.

2 comentarios:

  1. Me ha encantado ver esa tortilla, y creo que de cerca algo de jamón....saber que el paseo en bici fue una nueva experiencia para tu santa madre....y koke, como no, en cuanto ví esas unñas naranjas en el post supen que eran de él. Sólo él puede hacerse algo así. Una familia auténtica chicos. Muchas gracias por mostrarnos vuestro viaje de esta manera, que me ha acercado un poco más a eva. y a miaginar lo que pudo sentir. Un beso a todos y uno más para eva!! el próximo le toca a jessi!!

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  2. Jo, Eva, qué ilusión leer esto. Me lo he pasado casi tan bien como vosotras estos días.
    Carlitos ha estado por aquí con su hermano, así que también nos hemos montado una pequeña familia.
    Te manda un abrazo enorme desde México tu darling.

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