viernes, 1 de octubre de 2010

El espectáculo

Imagínate que estás en Beijing de camino a un espectáculo. No es un espectáculo cualquiera. Es “El espectáculo”. Llevas meses preguntándote cómo será. El acontecimiento transcurrirá en una plaza, en la más grande del mundo. A una hora muy especial, las 06.08 de la mañana. Te despiertas a las 04.30 y sales de casa sobre las 05.15. Piensas que seguro que habrá gente que se ha despertado mucho antes que tú y que seguro que ya habrá llegado a la plaza. También piensas que cuando llegues allí a lo mejor hay tanta gente que no verás bien el escenario. No hay vuelta atrás. Tomas la bici y pedaleas rápido. No sabes hasta dónde podrás llegar rondando, todo depende de hasta dónde te deje llegar la policía.

Calles casi desiertas. Pocos coches. Algunos ciclistas. Menos peatones. Todavía es de noche. Restaurantes que abren. Banderas de China colgadas junto a las puertas de las casas, que varias de las que encuentras en tu camino ya están abiertas. Barrenderos. Asfalto mojado, y no porque haya llovido, sino porque acaba de pasar el camión cisterna. Prevés que el día será sucio, ya se nota la contaminación. El horizonte se desdibuja entre la polución.

Te parece raro que haya tan poca actividad. Pensabas que estas calles, próximas a la plaza, iban a estar llenas de gente caminado hacia tu mismo destino. Y de repente, una familia china te pregunta cómo llegar hasta allí. Y piensas, "esto va tomando forma".

Continúas pedaleando y cuando tomas la calle que te llevará directo hasta la plaza te topas con el gentío que esperabas haber encontrado en las avenidas pasadas. La policía y los militares han cortado la calle con coches y cintas y te indican por dónde tienes que ir ahora para llegar. Tras estos agentes de seguridad divisas a un grupo de militares extendidos en línea recta a lo ancho de la calle. Parecen estatuas. Apuestas a que no se mueven ni un milímetro. Son imponentes.

Tomas el nuevo camino y es entonces cuando te mezclas con la masa. Quieres ser rápido, falta poco para que den las 06.00, pero la gente te lo impide. Aun así, tú eres más veloz que ellos. Sus pies también caminan lo más rápido que pueden. Tanto que algunos comienzan a correr. El espectáculo está a punto de empezar y no quieren perdérselo. Ellos llevan, por lo menos, un año esperándolo.

Te dejan llegar con la bici hasta uno de los laterales de la plaza. Perfecto. Aparcas y tus pies se unen al caminar de los cientos que dejaste atrás y de los cientos que están por delante. Y es entonces cuando sucede lo que temías. Hay tanta gente que apenas ves lo que se cuece en el que podría llamarse escenario. Además, no os dejan entrar en la plaza, por lo que os tenéis que quedar en la calle que la rodea.

Sigues avanzando para intentar ver mejor, pero la cantidad de gente es tal que te es imposible saber lo que sucede y hasta caminar. Das marcha atrás. Encuentras un hueco, en la tercera fila desde la valla que hace frontera entre la carretera que da acceso a la plaza y la calle que pisas.

La gente de tu alrededor, niños, ancianos, jóvenes y adultos, mira hacia el fondo de la plaza. Sus rostros reflejan curiosidad, nerviosismo, emoción o pasividad. Muchos toman fotos, ya sea con cámaras profesionales, de aficionado o con las del móvil.

Y comienza el espectáculo. El himno suena y la bandera se iza. Es 1 de octubre, el Día Nacional en China. Tal día como hoy en 1949, Mao Zedong fundó la República Popular de China en la Plaza de Tiananmen y desde entonces este lugar tiene un gran valor simbólico para los chinos. Cada amanacer la bandera de China es izada y al atardecer bajada por una tropa del Ejército Popular de Liberación, momentos en los que en esta plaza suele haber más gente de lo habitual porque muchos quieren verlo. En el Día Nacional se supone que más personas acuden a esta ceremonia. Además, la exihibición militar y el despliegue de seguridad se multiplican. A partir de hoy los chinos gozarán de unos días de vacaciones con motivo de esta fiesta.




Desde tu posición no puedes ver muy bien lo que hay a los pies de la izada bandera de China que preside Tiananmen, pero te parece ver centenares de militares en formación y a ningún civil entre ellos.


Cuando termina el espectáculo crees ver a gente saliendo de la plaza y te preguntas a qué hora llegarían para que les dejasen entrar, pero no lo puedes asegurar. Luego piensas que no cuando ves que los cuerpos de seguridad no te permiten acceder a la plaza una vez izada la bandera. No estás seguro...

Nunca antes habías visto a tanga gente en los alrededores de Tiananmen. Eso y la cantidad ingente de militares es lo que más te sorprende, además de la hora, o por lo menos a mí, ya me diréis a vosotros. Una experiencia. La duda de hace meses ya se ha resuelto.






Son pasadas las 07.00. Tomas rumbo a casa. Montado en la bici dejas atrás a cientos que ondean pequeñas banderas de China. Y entre pedaleo y pedaleo al regreso las ganas de volver a dormir aumentan a cada segundo.

Dulces sueños.

P. D para los que leyeron la entrada anterior: parece ser que esta semana no se han lanzado cohetes. Mirad estas fotos, después del amanecer de hoy. Y si queréis, consultad este link para saber el nivel de contaminación en Pekín para hoy: http://iphone.bjair.info/




8 comentarios:

  1. Por dios eva...qué estrés hasta que he sabido lo que íbamos a celebrar!!! Vaya madrugón, pero por las fotos, bien aprovechado. Un besete!

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  2. Vaya fotazas,cada dia mejores. Q ojo tiene mi niña

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  3. Vaya madrugón...espero que mereciera la pena, parece que sí!!
    Guapis, el sábado te extrañé especialmente. Prometo enviarte las fotos, aunque todavía no las tengo...pero espero tenerlas en breve (ejem!!)
    Mimitos!

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  4. Pero tranquila Eva, tu espíritu estaba invitado a la fiesta. Así que fuiste disfrazada del mono Amedio, el amigo de MARCO. En las fotos apareces en el hombro de Marisa constantemente, ella te cuido.
    Se trata de un mono que tenía por casa, que me regaló Miguel Angel Pasamontes en Port Aventura. Decidí que ese sería tu disfraz!

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  5. ¡Me gusta!De monito, jijiji. A ese mono alguna vez le cambié el nombre, no? Por favor, quiero fotos de esa fiesta ya.
    Yo también os echo mucho de menos, muchomuchomucho. Ya no queda nada para vernos, poco más de dos meses.
    Mimitos!

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  6. Pues sí Eva, estabas muy mona jujuju, qué humor tengo por las mañanas eh!
    Aunque pasaste por el hombro de todas las presentes en la fiesta, se echaron de menos tus contoneos y tu dedo índice levantado al son de la música.
    Te extraño.
    Muasitos

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  7. Que pena que después del madrugón no pudieras verlo de cerca... qué país tan peculiar celebrar algo tan importante para ellos a esas horas.. la foto del niño dormido encima de su padre sosteniendo la bandera china en la mano sin que se caiga es genial, que entrega la de los chinos por su país. Precioso todo como siempre Eva.
    Muchos besos.

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  8. El ambiente es increíble pero lo son más los días previos a la celebración. Eso sí, desde donde mejor se ve todo es desde la tele... :-P bonito post y no tan bonito madrugón, besos!!!

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